Casa de Jesús Arriaga
Fotografía del archivo de Adriano Merchán Aguirre Con más de cien años de historia, una casa de campo típica cuencana por su ubicación, materiales, formas y estilo, la casa de Jesús Arriaga que, restaurada y puesta en valor, ofrece una oportunidad especial para conocer este tipo de villas que antaño armonizaban el paisaje suburbano de la ciudad, caserones convertidas en lugar de reposo, esparcimiento, de visita de fines de semana, muchas de ellas de vivienda también como, parece haber sido, en el caso de ilustre sacerdote. En la entrada sur de la ciudad, junto al gran arco de piedra y ladrillo, testimonio del acueducto que alimentaba la primera hidroeléctrica de la ciudad, por ello llamada también la “Casa del Arco”, es un mirador a las microcuencas de los ríos Yanuncay y Tarqui, cerros y colinas que enmarcan la ciudad por este lado; casona construida con desniveles, terrazas, patios y huertos para desde ahí tomar el sol y contemplar la naturaleza, como le gustaba al ilustre sacerdote ...